PRÓLOGO DE EMILIO CARRILLO

(Resumen de su prólogo al libro “Soy poeta”)

 

Gabriel Celaya, indudable referente de la poesía comprometida, tituló así uno de sus más reconocidos poemas: “La poesía es un arma cargada de futuro”. Pero el poeta vasco nunca aclaró en qué punto exacto del porvenir situaba ese futuro… ¿Cercano, lejano? Mireya Machí, sin embargo, lo tiene claro: ¡cercano! Tanto que ya está aquí, en el aquí-ahora de su vida y de la nuestra. Convencida de ello, confiesa sin tapujos: ¡Soy poeta!

 

Personalmente, gozo con la Poesía, pero no con toda poesía. Me aburre, lo confieso, aquella en la que lo kamásico (emocional, sentimental) se impone. Y me apasiona la orientada a lo manásico, en el sentido de expandir el nivel superior de nuestro plano mental, ese que algunos psicólogos denominan mente abstracta y se halla a nuestra disposición para plantearnos las cuestiones transcendentes que están en el núcleo duro de la ciencia, la filosofía y la espiritualidad: quién soy, de dónde vengo, adónde voy; qué es la vida, cuál es su sentido, cómo vivirla; qué es la muerte; qué es la divinidad; cuál es la razón de la existencia; cuál es el origen del universo… En lo referente a asuntos como estos, la mente abstracta está a nuestro servicio. En cambio, la mente concreta, el nivel inferior del plano mental, siendo sensacional para muchas cosas, no está preparada para abordarlos, por más que tanta gente insista en usarla para comprender, entender, ver y vivir la vida: así tienen a la pobre, “la loca de la casa” que dijo Santa Teresa de Jesús.

 

Es más, he podido constatar, a través del estudio de las aportaciones de los sabios y sabias de todas las épocas y culturas, que la poesía que menciono y me interesa (se halla en la obra de Rumi o de San Juan de la Cruz, por citar solo dos botones de muestra) contribuye sensiblemente a que en la vida de las personas vayan haciendo acto de presencia eso que los textos teosóficos denominan Buddhi (Alma Universal), integrado en la parte imperecedera del ser humano, esa que no conoce la muerte. Y es precisamente por esto por lo que la Poesía que me entusiasma puede ser una estupenda herramienta para desarrollar la comprensión, la inteligencia, el discernimiento y la intuición, dando una orientación fidedigna a nuestra vida, funciones todas atribuidas a Buddhi en diversas tradiciones espirituales.

 

Los poemas creados por Mireya Machí que estas páginas recogen son toda una llamada al desarrollo de Buddhi y a la presencia cada vez mayor en nuestras vidas de la comprensión, la inteligencia, el discernimiento, la intuición y la orientación fidedigna. ¿Te resulta difícil de creer? Pues haz la prueba y lee estos poemas. Eso sí, más que con la mente concreta, hazlo con el Corazón.

 

 

 Sevilla, junio de 2018.

 

Emilio Carrillo.

Economista, escritor, conferenciante.

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